El café de Flore apareció a principios de la Tercera República, aunque la verdadera fecha de apertura del lugar permanezca desconocida : 1884,1885 o 1887 ?
Este famoso café-restaurante parisino del barrio de Saint-Germain-des-Prés, en el 6 distrito de la capital, debe su nombre a la escultura de la diosa de las flores y de la primavera, situada por otro lado del bulevar. Poco a poco, el café de Flore se convirtió en una institución parisina.
Lugar de nacimiento del surrealismo
En los albores del fin de la Primera Guerra mundial, hacia 1913, el poeta y escritor francés Guillaume Apollinaire, tomó posesión del lugar e invitó a sus amigos : André Breton, Paul Réverdy, Louis Aragon y también Paul Eluard.
En 1917, las discusiones entre estas personalidades llegaron a la invención del movimiento intelectual, literario y artístico dadaísta, que se caracteriza por un cuestionamiento de toda concepción tradicional del arte, del que surgió el « surrealismo ».
El café de Flore bajo la ocupación alemana
En los años 1930, el café de Flore se convirtió en el lugar de predilección del París literario y también en un rincón de libertad y de tranquilidad a pesar de la ocupación alemana.
En 1939, Paul Boubal compró el café e instaló una gran estufa de carbón que no solo permite calentar la planta baja sino también el primer piso.
Así, Simone de Beauvoir dejaba poco a poco los lugares de Montparnasse, como el Dôme o también la Closerie des Lilas, por el café de Flore. En 1941, Jean-Paul Sartre la juntó e inventó la filosofía « existencialista ». También escribió : « Estábamos al Flore, en casa ».
La pareja Sartre-Beauvoir fue uno de los « pilares » del Flore, como Charles Maurras, Boris Vian, Jacques Prévert o también en los años 50, los Americanos Ernest Hemingway, Jean Seberg o Gary Cooper.
El premio de Flore
En 1994, en torno a una mesa del café, el premio de Flore fue creado para recompensar a un autor con talento prometedor. La originalidad, la modernidad y la juventud son las consignas del jurado, presidido por Frédéric Beigbeder. En noviembre, la ceremonia de entrega del premio de Flore tiene lugar en el café.
A unas estaciones de metro de Aloha, viene degustar la atmósfera del café de Flore, pero también su emblemático chocolate del Flore o incluso su tarta tatin (con manzanas caramelizadas).