El « Bon Marché » es una gran tienda, enmarcada por la calle de Sèvres, la calle de Babilonia, la calle de Bac y la calle Velpeau en el 7 distrito de París.

De la mercería al « Bon Marché »

El 1838, los hermanos Videau abrieron su mercería en la esquina de la calle de Sèvres y de la calle de Bac, en la cual vendían tejidos, accesorios para la costura, paraguas y ropa de cama.

En 1852, los hermanos se asociaban con su empleado llamado Aristide Boucicaut y con su esposa : la pequeña mercería se convirtió en « Al Bon Marché », la primera gran tienda del mundo. Por primera vez, las mujeres podían tocar los productos y también probarlos. Los precios aparecían en pequeñas etiquetas, el margen era bajo para permitir vender en muy grandes cantidades, la técnica del « satisfecho o reembolsado » o incluso la moda temporal nacieron. Paralelamente, este palacio de vidrio diseñado por Luis Boileau, con estructuras metálicas de Gustave Eiffel, es frecuentemente ampliado.

El Lutetia, inaugurado en 1910, unos años tras la muerte de la pareja, pero iniciado por Marguerite Boucicaut puede ser la prueba más explícita de la ambición y del vanguardismo de la pareja cuyo deseo fue permitir a los clientes extranjeros tener un alojamiento cerca de su establecimiento y en total lujo.
Trastornando el comercio tradicional, la pareja Boucicaut suscitó el deseo de las mujeres y vendió el deseo de comprar.

La emergencia de una nueva clase social : los empleados

En 1877, « Al Bon Marché » ya empleaba a 1788 personas. La gestión se caracterizó por una gestión paternalista y benévola. Los empleados tenían muchas ventajas como un refectorio gratuito, un fondo de previsión, un fondo de pensiones y un día de vacaciones pagadas cada semana, mientras que las primeras leyes a propósito de la instauración del descanso semanal solo datan del año 1906. Una verdadera revolución social estaba en marcha.

El Printemps abrió en 1874, y las Galerías Lafayette abrieron vente años después. En Nueva York, Macy’s abrió en 1896. La Samaritaine nació en 1900 y el Selfridges en Londres, en 1909.

El 1984, el grupo LVMH de Bernard Arnault compró la tienda. « Al Bon Marché » se convirtió en « El Bon Marché », una tienda dedicada al lujo que tiene como principal cliente a los extranjeros.

A unas paradas de metro de Aloha, viene a visitar « El Bon Marché » que Emilio Zola describe perfectamente en su libro Au bonheur des dames (A la felicidad de las mujeres), y conviértese en un verdadero Parisino.