Para los amantes de una cocina comprometida, razonada y equilibrada o para los curiosos que quieren saber si realmente se pueden encontrar los mismos sabores que de costumbre en la cocina vegetariana, Aloha le consiguió una selección de los cuatro mejores restaurantes vegetarianos de París.
Soya
Cerca del Canal San Martin, Soya es la capital ineludible de la gastronomía vegetariana desde 2007. Los productos provienen de la agricultura biológica, la decoración es elegante, las luces tenues. La relación precio-rendimiento es correcta porque un plato cuesta más o menos 17 euros y el zumo 5 euros. Aloha le aconseja el cuscús vegano, el « brunch » muy completo y las sopas que son divinas.
El Ático de Notre Dame
Es el primer restaurante vegetariano de París. Desde 1978, ha conservado el mismo cocinero, Abib, y los mismos productores. Un 80% des los productos provienen de la agricultura biológica. Los platos son bastante abundantes y elaborados por una dietista. Hay dos formulas « primer plato – plato – postre » que cuestan 12,50€. Con la primera, llamada « zen », se come macrobiótica, es decir con una base de cereales como la espelta o el bulgur. La segunda es vegetariana, con un cóctel de frutas y verduras exprimidas, buñuelos de verduras, ratatouille de temporada y brocheta de seitan. Es bastante fácil relajarse en este ambiente de jardín botánico, con plantas en todos los rincones y una comida deliciosa en su plato.
Jah Jah By Le Tricycle
Jah Jah By Le Tricycle es el primer restaurante afro-vegano de París. Los platos están garantizados sin colorantes ni conservantes y la decoración es de madera con retratos de Bob Marley en las paredes. Aquí se organizan también acontecimientos satélites (exposiciones, debates, etc) en torno al veganismo, a la alimentación « ital » o incluso a la naturopatía. No dude en probar los diferentes platos de inspiración criolla, india y sudamericana.
Peonies
En Peonies, cerca del barrio de « Château d’Eau », se puede a la vez disfrutar de un matcha latte orgánico, comer un 100% vegetariano y salir con un ramo de flores, ya que es una tienda de café-floristería. El lugar es hermoso, luminoso y decorado en tonos esmeralda y rosa. Aloha le aconseja el famoso « aguacate toast » con pan nórdico y grué de cacao y el granola casero con frutas frescas.